FIN DE LA ÉPOCA DE LULA
La mayoría de los brasileños se encuentran satisfechos con su Gobierno. Gracias al crecimiento económico sostenido, el Estado reencontró un margen de maniobra presupuestario que le permitió poner en marcha la infraestructura y aplicar algunos programas sociales.
Los buenos resultados se manifiestan en la creación de puestos de trabajo, la disminución del desempleo y el aumento del poder adquisitivo.
El resultado fue la sustanciosa reducción de la pobreza y el fomento del consumo. Sus medidas están preservadas a preservar la estabilidad económica, en especial el aumento del salario mínimo.
Estos cambios despertaron la confianza de la población en el porvenir, que se había desvanecido en el comienzo de las décadas de 1980 y 2000, dos grandes periodos de crisis.
CONSOLIDACIÓN INCOMPLETA DE LA ECONOMÍA
Paradójicamente, la poderosa recuperación de la economía de Brasil en 2010 (7'5%), era una de las dificultades a las que tenía que hacer frente el nuevo Gobierno. Aunque gracias al profundo saneamiento de sus bases macroeconómicas ya no era tan vulnerable, como en el pasado, a su coyuntura, no está a salvo de peligros.
La situación de las finanzas debía ser preocupante. La presidenta también tuvo que hacer frene a la afluencia de capitales extranjeros.La revalorización del real frente al dólar perjudicó las exportaciones.
China se convirtió en el primer socio comercial y principal inversor.
PROBLEMAS SOCIALES PERSISTENTES
Si bien los nuevos recursos fiscales brindaron posibilidades para la acción pública, el desarrollo de Brasil estaba lejos de solucionar los problemas sociales. Las desigualdades socioeconómicas seguían siendo enormes.
Centenares de muertos por corrimientos de tierras a causa de las lluvias torrenciales recordaron las importantes obras de infraestructura para las clases más desfavorecidas.
El precio y la calidad de los médicos seguía siendo una preocupación, pese a la reducción de la mortalidad infantil y logros de programas de prevención de enfermedades infectocontagiosas.
En materia de educación seguía presentando malos indicadores.
INFORME
Brasilia
194 millones
portugués
real (0'44 €)
Jefe de estado: Rouseff.
Brasilia
194 millones
portugués
real (0'44 €)
Jefe de estado: Rouseff.
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